"Hoy voy a correr solo", solía decir Steve Prefontaine a sus compañeros de equipo. Pero no era del todo cierto. En realidad, iba a recorrer los 66 kilómetros que separan Eugene de la Penitenciaría Estatal de Oregón, en Salem, para correr y hablar con los reclusos.
La OSP es una de las prisiones más antiguas de Estados Unidos, ya que alberga reclusos desde 1869. En el interior de los muros de más de 10 metros de altura de la prisión hay una pista de asfalto de 400 metros y uno de los clubes de atletismo más antiguos del país, fundado a principios de la década de 1970 nada menos que por el mismísimo Prefontaine.